Desde el punto de vista meteorológico no era el mejor día para llevar a cabo un viaje en ninguna aeronave, a tenor de la información meteo que ofrecía la torre de Cuatro Vientos. La mayoría de los pilotos que debían desplazarse desde Madrid a distintos puntos de España para iniciar la campaña estival de extinción de incendios prefirieron esperar una majoría climatológica que, a pesar de la época del año (pleno mes de junio), no se produjo. Lo cierto es que se trataba de vuelos de posicionamiento de los aparatos y nadie debía arriesgar lo más mínimo.

Las estruendosas carcajadas de Aizpurúa a la hora de referir las circunstancias y lo que significaba cargar hielo en las palas en más de una ocasión, con todos los aderezos de pérdida de altura, aumento de temperatura e inquietantes vibraciones, casi parecían un insulto para quienes temían semejantes condiciones de vuelo, y sin embargo para él resultaban puras anécdotas. Se ocultaba una tremenda seguridad en sí mismo que le valía afrontar y resolver con éxito las complejas situaciones en las que se vio inmerso; era su forma de restarle importancia a la gran frialdad con que tomaba determinaciones en vuelo, fundamentadas en una gran experiencia tanto en aviones como en helicópteros. Todos pensaban que se sentía en el aire como los mismos pájaros.

A pesar de la escasez de pilotos, en aquella época, se multiplicaron las demandas de servicios. Fueron los tiempos en que se sucedieron, principalmente en la carretera N-VI a La Coruña, los accidentes motivados por los conductores kamikazes, que en un ambiente de apuestas ilegales proporcionaron triste fama a las discotecas de moda de Villalba y de la Cuesta de las Perdices. Las vigilancias que se establecieron desde los helicópteros fueron complicadas por las altas horas de la noche en que se debían realizar, en alguna de las que participó, personalmente, la Directora General de Tráfico.

El carácter abierto de la Directora General se puso de manifiesto en cuantos vuelos realizaba en los helicópteros de la DGT.

 

La misión que se disponían a llevar a cabo el ya coronel del Ejército del Aire como piloto al mando, Santiago Aizpurúa y como copiloto Manuel Moratilla consistía en trasladar a la Directora General de Tráfico, Dª Rosa de Lima Manzano, a la localidad palentina de Aguilar de Campoo, en donde debería encontrarse a la 11 horas para asistir a los actos de inauguración de las obras de restauración del Monasterio de San Zoilo de Carrión de los Condes, cuyo artífice había sido José María Pérez «Peridis» y a quien S.M. la Reina doña Sofía impondría una condecoración. Igualmente tenía previsto asistir a la apertura de la áreas de Descanso de Torquemada (Palencia) y Santa Cristina de la Polvorosa (Zamora), en la llamada Ruta de los Portugueses.

Estos pilotos se encontraban habituados a tales situaciones climatológicas. Habían llevado a cabo vuelos en similares circunstancias meteorológicas en multitud de ocasiones e incluso para efectuar rescates en montaña, lo que encierra mayor riesgo que un vuelo normal con pasajeros. Los incidentes con que habían finalizado algunos de ellos no constituían obstáculo alguno. Al fin y al cabo, todos los problemas habían sido resueltos con éxito y probablemente es mejor encontrarse preparado ante cualquier eventualidad por las propias experiencias vividas que verse sorprendido y no saber reaccionar ante una situación de peligro.

 

Uno de los vuelos del helicóptero siniestrado.

 

Para Aizpurúa y Moratilla aquel era un día casi normal, ni siquiera se plantearon la posibilidad de suspender o retrasar el vuelo; una vez en el aire, la cuestión se reducía, una vez más, a «pinchar nubes», lo que no representaba ninguna novedad en absoluto.

En cambio, el helicóptero de Doña Sofía, un Super Puma perteneciente al 402 Escuadrón del Ejército del Aire, incluso debió aterrizar en la Base de las Famet en Colmenar Viejo antes de reanudar la marcha en condiciones de vuelo instrumental.

 

El helicóptero, AS 355 F1 Ecureil (EC-EAD), fabricado en 1986, despegó del Aeropuerto de Cuatro Vientos a las 08:48 horas del día 30 de junio dirigiéndose al helipuerto de la Dirección General de Tráfico en la calle Josefa varcácel de Madrid, donde se embarcaron los pasajeros: Alberto Acítores, diputado socialista del Congreso por la provincia palentina, Santiago Amón, crítico de arte, y la Directora General de Tráfico, Rosa de Lima. Despegando a las 09:10.

Lo que sucedió después forma parte del informe confeccionado por los expertos de la Dirección General de Aviación Civil, cuya redacción oficial menciona que desde el mediodía se puso en marcha un gran despliegue terrestre y aéreo para tratar de localizar al helicóptero desaparecido; a pesar de la intensa búsqueda, su hallazgo, en la ladera del Pico Cancho Gordo de la Sierra de La Cabrera, térrmino municipal de Valdemanco (Madrid), no pudo conseguirse hasta la madrugada del siguiente día.

 

Tareas de rescate llevadas a cabo por los Alouette III del SAR.

 

Rosa de Lima Manzano Gete, nacida en 1949 y licenciada en Derecho por la Universidad de Deusto, se había convertido en la primera mujer Directora General de Tráfico el 23 de noviembre de 1987. Había ejercido de Concejal en el ayuntamiento de Burgos desde 1979 a 1982, y desde ese año, como Gobernadora Civil de Palencia. Recibió la Encomienda de la Orden Civil del Mérito agrícola en 1985. Participó activamente en el desarrollo de los planes de prevención de accidentes de carretera.

Pensaba que «morir en la carretera, es una tontería»

 

Placa conmemorativa situada en el lugar donde se produjo el fatal accidente


Noticia de «El País». 3 de julio de 1988.

Una lluvia de flores despidió a Rosa Manzano.

Los restos mortales de la Directora General de Tráfico, Rosa de Lima Manzano, fallecida el jueves al estrellarse el helicóptero en el que viajaba, fueron enterrados ayer en Burgos entre los aplausos de miles de personas. A primera hora de la mañana, varios helicópteros arrojaron flores desde el aire sobre el vehículo que conducía el féretro hasta la ciudad castellana. El diputado socialista Alberto Acítores recibió sepultura en Torquemada (Palencia), su localidad natal. Los cuerpos de las otras tres víctimas, los dos pilotos del aparato y el crítico de arte Santiago Amón, fueron inhumados en Madrid.

A primera hora de la mañana de ayer, numerosas personas pertenecientes a una asociación gitana extremeña, expresamente desplazadas a Madrid, acudieron a la capilla ardiente situada en la Dirección General de Tráfico. Rosa de Lima Manzano Gete puso en marcha recientemente una iniciativa para que las personas analfabetas, entre ellas numerosos gitanos, pudieran obtener el permiso de conducir mediante cursos adapatados a su nivel de conocimientos. Esta comisión llegada de Extremadura quiso expresar su agradecimiento por ello. Miles de burgaleses despidieron en un clima de emocionado silencio, sólo roto por los aplausos a la llegada del féretro, los restos mortales de Rosa Manzano, nacida en la localidad burgalesa de Villanueva de Gumiel y profundamente ligada a la ciudad, donde vivió y ejerció su actividad política hasta 1982, informa Ángeles Gil.

El funeral se celebró en la iglesia burgalesa de San Lesmes, donde el féretro era esperado por familiares y amigos y diversas personalidades, entre ellas el ministro del Interior, José Barrionuevo; la esposa del presidente del Gobierno, Carmen Romero, y la delegada del Gobierno en la Comunidad de Madrid, Ana Tutor. También se encontraban presentes altos cargos de Interior, entre ellos Rafael Vera, secretario de Estado para la Seguridad; Luis Roldán, Director de la Guardia Civil, y José María Rodríguez Colorado, Director General de la Policía.

Las escenas de mayor emoción se registraron a la llegada a la iglesia de la familia de Rosa Manzano, sus nueve hermanos y su madre, Mercedes Gete, que, materialmente apoyada en dos de sus hijos, balbucía: «Ay, que no puedo ni llorar; no me lo puedo creer, no puede ser que mi hija Rosa haya muerto».

El gobernador de Burgos, Manuel Peláez; el Delegado del Gobierno en la comunidad, José Domingo Ferreiro, y otros destacados socialistas portaron a hombros el féretro hasta el interior de la iglesia, donde el oficiante de la misa pidió en la homilía la luz y la vida eterna para Rosa de Lima Manzano.

Finalizada la ceremonia religiosa, el féretro fue introducido, entre nuevos aplausos, en el coche funerario, que inició su camino hasta el cementerio de San José flanqueado por numerosas personas que testimoniaron a su paso el respeto y el dolor por la muerte de Rosa de Lima Manzano.

De otro lado, cerca de un millar de personas recibieron al mediodía de ayer en la localidad palentina de Torquemada el féretro que contenía los restos mortales del diputado socialista Alberto Acitores Balbás. El ataúd fue conducido hasta el ayuntamiento de su villa natal, donde se situó la capilla ardiente, y desfilaron numerosas personas de toda la provincia, trasladas hasta la localidad para rendir un último homenaje al político desaparecido, informa Javier G. Escudero.

A las 16.30 horas comenzó el oficio fúnebre en la iglesia parroquial de Torquemada, donde junto a Agustina Balbás, la madre del diputado, y sus siete hermanos, se encontraban presentes la esposa del presidente Felipe González, Carmen Romero; el ministro – del Interior, José Barrionuevo -ambos, desplazados desde Burgos-; el titular de Obras Públicas, Javier Sáenz Cosculluela, y el secretario de Estado para la Cooperación, Luis Yáñez.

En Madrid, varios helicópteros de Tráfico y de la policía acompañaron desde el aire, describiendo círculos, a la comitiva fúnebre del coronel Santiago Aizpurúa. La ceremonia se inició con una misa en el hospital del Aire y, posteriormente, compañeros del piloto fallecido en el accidente de la Sierra de Guadarrama se dirigieron al cementerio de la Almudena, donde fue inhumado el cadáver. En el mismo lugar se celebraron los entierros del otro piloto del helicóptero siniestrado, Manuel Moratilla y del periodista y crítico de arte Santiago Amón. Asistieron numerosos compañeros de las víctimas.

 

Fuente: Manuel Guillén (Jefe Área de la D.G.T.) y José Mª Rubio (Ingeniero aeronáutico y Director de Relaciones Institucionales de Eurocopter España).

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Una respuesta a “17 – El 30 de junio de 1988”

  1. Avatar de Aamest
    Aamest

    Al piloto le obligaron a volar. Rosa no pensaba nada de eso.

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